por Alexander Gómez Flórez.
...La pregunta sigue su curso: ¿Qué llevamos dentro que buscamos fuera? Son muy gratos lo momentos en los cuales aceptamos nuestras fragilidades, notamos racionalmente el accionar del Dios del Amor y el Espíritu fluye automáticamente. En este trasegar hemos de estar y de forma unánime luchando para vencer en Amor a todo lo que nos impida afirmar los pasos y el peso de La Cruz salvífica en nuestra vida hasta la Eternidad.
En el Camino encontramos contantes barreras, barreras que nos invitan a desfallecer y a “tirar la toalla” pero cuando nos encontramos con la Palabra y la Comunión en la Eucaristía nos fortalecemos y salimos a dar la batalla en donde muchos actos hablan en silencio, la verdad que nos libera es la verdad que nos permite escuchar y esperar entonces comienzan leves susurros en nuestro corazón y que nos piden una cosa cada nuevo día. Todas ellas nos permiten conocer nuestras amenazas y cómo atravesarlas a través de la Oración, caminando notablemente con dificultades pero sin optar por el Camino fácil –el de la perdición- por todo damos gracias y elevamos una acción de gracias porque dios en su Infinita Omnipotencia nos encuentra nos ayuda y nos saca del peor de los desiertos –racionalmente hablando- y espiritualmente discernimiento, por todo esto damos gracias a Dios:
Acción de gracias e intercesión
3 Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes.4 En todas mis oraciones por todos ustedes, siempre oro con alegría,5 porque han participado en el *evangelio desde el primer día hasta ahora.6 Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá *perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.7 Es justo que yo piense así de todos ustedes porque los llevo[a] en el corazón; pues, ya sea que me encuentre preso o defendiendo y confirmando el evangelio, todos ustedes participan conmigo de la gracia que Dios me ha dado.8 Dios es testigo de cuánto los quiero a todos con el entrañable amor de Cristo Jesús.9 Esto es lo que pido en oración: que el amor de ustedes abunde cada vez más en conocimiento y en buen juicio,10 para que disciernan lo que es mejor, y sean puros e irreprochables para el día de Cristo,11 llenos del fruto de justicia que se produce por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios. (Fil 1,311)
El todo nos invita constantemente a Caminar y a mirar el equipaje para ver que llevamos y que debemos de dejar para que se haga la carga más ligera en donde se reitera la pregunta ¿Qué llevamos dentro que buscamos fuera?,(..) la humildad ha de encontrarnos y la respuesta de todas las oraciones de nuestros antecesores serán claras avalarán nuestras luchas – que a veces son mucho más internas que externas-.
Por ende al afirmar nuestros pasos debemos tener ciertas actitudes al Caminar y como ayuda idónea principal el contacto con la naturaleza, la cual nos permite escucharla, conocerla e interpretarla esto genera equilibrio, y el equilibrio nos brinda Libertad.
Esta es la libertad que nos aproximamos cuando vamos con al mayor de los ánimos y dejamos que Dios actué, a veces en los actos más mínimos de nuestra existencia, dejemos la reflexión abierta así:
“Conocer a otros significa sabiduría. Conocerse a si mismo significa iluminación.”